lunes, 12 de octubre de 2009

¡Descubre todas tus potencialidades eróticas!
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A lo largo de la historia, nos encontramos con diferentes modelos sexuales, los cuales han establecido mitos y creencias erróneas en torno a la sexualidad humana y que han determinado cómo tenemos que comportarnos sexualmente en función del modelo vigente. Aunque actualmente hay uno de ellos que impera en nuestra sociedad por encima de los otros, en realidad, las personas nos comportamos y desarrollamos nuestras creencias, valores y actitudes según la tradición cultural en la que hayamos crecido y la educación recibida.
¿Cuál es el modelo que ha marcado tu vida sexual?
Te invitamos a que descubras.
Hay 3 grandes modelos, según los cuales se hace una valoración diferente de la Sexualidad tanto femenina como masculina, te invitamos a que descubras qué modelo social de sexualidad está presente en tu vida:

El modelo más tradicional tiene como principio limitar la sexualidad al ámbito del matrimonio, con el único fin de la reproducción. Según este modelo, la sexualidad es algo negativo que debe reprimirse y controlarse, siempre que no tenga por objetivo la descendencia. Sin embargo, a pesar de que la sexualidad se considera un aspecto negativo tanto para hombres como para mujeres, podemos encontrar diferencias entre ambos, ya que la sexualidad del hombre es reconocida, al menos como instinto y sin embargo, la sexualidad femenina ni siquiera es aceptada. Es importante que tengamos en cuenta la influencia que nuestra sociedad y nuestra cultura de género ejerce en todas las áreas de nuestra de vida, y por supuesto también en la sexualidad, donde hombres y mujeres recibimos y aprendemos mensajes muy distintos acerca de cómo tenemos que comportarnos sexualmente unos y otras.
El siguiente modelo sexual que nos encontramos es aquel en el que se reconoce la sexualidad a hombres y a mujeres pero de manera diferente. La sexualidad masculina aparece como VALOR, como algo que hay potenciar y que incluso, le permite al hombre subir de estatus, mientras que la sexualidad femenina no es vivida de la misma manera. En el caso de las mujeres nos encontramos que aquellas que reconocen y manifiestan su sexualidad son desvalorizadas socialmente y consideradas como objetos sexuales. Viviendo una sexualidad que no les es propia sino que está al servicio del hombre, una sexualidad basada en los deseos y en las prácticas sexuales masculinas. Al mismo tiempo, nos encontramos por otro lado que este modelo nos ofrece otro tipo de mujer, aquella que carece de sexualidad, mujeres asexuadas, mujeres decentes y valorizadas por ello.
Afortunadamente, estos modelos van cambiando igual que los tiempos, y se van incorporando ideas y valores diferentes respecto a la sexualidad. Actualmente, nos encontramos con un modelo imperante en el que la sexualidad se considera como una capacidad humana positiva, tanto para hombres como para mujeres, sin embargo, la influencia del sistema capitalista también afecta a la manera de entender y de vivir nuestra sexualidad, convirtiéndose ésta en un objeto de consumo más. Según este modelo, una buena salud sexual depende de la frecuencia, de las prácticas sexuales que realicemos, de la eficacia, de las metas a conseguir, etc., y no tanto del placer o el disfrute de nuestros encuentros sexuales.
Al mismo tiempo, es importante destacar que aunque en este modelo se reconozca la sexualidad de la mujer, ella continúa sin ser dueña de su deseo sexual, es decir, se reconoce que la mujer tiene sexualidad pero no una sexualidad propia, su placer depende de las técnicas y habilidades del hombre. Según este modelo, la sexualidad es valiosa pero la mujer debe aprenderla y desarrollarla teniendo como maestro a su pareja masculina. Este modelo está muy presente en la actualidad, y aunque considera la sexualidad como un valor mantiene muchos prejuicios y tiene como consecuencia, en muchas ocasiones, una frustrante vida sexual, ya que, entre otras aspectos: invisibiliza la sexualidad activa de la mujer, delega toda la responsabilidad en el hombre, ofrece una visión masculina, genital, coitocéntrica y heterocentrista de la sexualidad, etc., ofreciendo un único modelo para vivir la sexualidad “supuestamente” perfecta. La sexualidad se mide en términos de capacidad y de destreza en lugar de en términos de placer.
Por todos estos motivos, consideramos importante ofrecer una visión más amplía que nos permita ir rompiendo los límites en los que nuestra sociedad trata de encorsetar a las sexualidades. Para ello proponemos una manera personal de entender la propia sexualidad, que cada persona la desarrolle en función de sus deseos, de sus gustos y preferencias. Sé protagonista de ti misma, crea tu propio modelo de Sexualidad.
Sugerencias y recomendaciones para desarrollar tu propio modelo de sexualidad:

Reconoce que tienes una sexualidad propia e independiente de la de l@s demás. Reconocer tu sexualidad implica reconocer tu DERECHO a sentir, a sentirte bien, a aprender y a ser dueñ@ de ti mism@.
Conócete y reconoce tus deseos, vive tu sexualidad conforme a ellos.
Explora tu cuerpo, date permiso para explorarte y conocer lo que te gusta y lo que no. Tu cuerpo está hecho para sentir, pero para sentir como tú quieres que sienta no cómo los demás quieran.
Hazte responsable de tu propio placer, el placer es algo autónomo, es la capacidad que tenemos de gozar y este placer no lo da nadie.
Vive tu sexualidad cómo tú quieras. No existe un modelo a seguir, la mejor manera de vivir tu sexualidad es la que tú decidas.
Olvídate de las metas, en la sexualidad el único objetivo es que disfrutes, te diviertas y busques tu propio placer.
No aceptes imposiciones, consensúa las reglas con las personas con quienes vivas tu sexualidad.
Cultiva tus fantasías, no olvides que son fuente de conocimiento y enriquecimiento personal.
Tod@s tenemos sexualidad, con o sin pareja, descúbrelas de todas las formas.
Amplía tu repertorio sexual. La sexualidad no es una sola práctica ni se reduce a unas partes del cuerpo. ¡Descubre y desarrolla todas tus potencialidades eróticas!
La sexualidad se manifiesta a través del cuerpo independientemente de cómo sea. ¡Rompe con los cánones de belleza!
¡Importante! Mientras estés viv@ tienes sexualidad, ésta se manifiesta de diferente manera en cada etapa vital pero siempre está presente.
La sexualidad no tiene por qué estar vinculada al amor pero también puede ser una buena manera de expresar tus emociones.
La sexualidad es mucho más que una práctica sexual. Es una forma de comunicarte contigo mism@ o con quien tú desees, de autoconocimiento, de expresar emociones, de divertirte, de conocer gente, de juego, etc., amplía tu propio concepto de sexualidad.
Date permiso para gozar y abandónate a las sensaciones placenteras que tu cuerpo te puede proporcionar, ¡abre la puerta al placer de los sentidos!
Instituto de Sexología Al-Andalus
Texto elaborado por: Elisa Cobos Ortega, Antonio López Delgado y Asunción Coronado Pozo